El ex vicepresidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, John Exter, quien supervisó las operaciones de banca internacional y metales preciosos de la Reserva Federal de Nueva York a finales de la década de 1950, desarrolló un modelo piramidal invertido para explicar el riesgo asociado a la inversión en distintos tipos de activos financieros. En este contexto, resulta pertinente considerar la ubicación de los lingotes de oro.

La Pirámide de Exter, concebida por John Exter, se erige como una herramienta visual que permite analizar la organización de las clases de activos en términos de su riesgo general de insolvencia y valor nominal. En dicha pirámide invertida, el lingote de oro constituye la base más reducida, representando la clase de activo de mayor confiabilidad. Por contrapartida, todas las demás clases de activos, situadas en niveles ascendentes, presentan un incremento significativo en su riesgo, reflejado en un aumento en la probabilidad de incumplimiento y eventual inutilidad. Los estratos superiores de la pirámide albergan activos con un valor especulativo más pronunciado a nivel global. No obstante, es importante señalar que, mientras la pirámide original de Exter ubicaba la deuda del Tercer Mundo en la cima, en la actualidad, son los derivados quienes ostentan esta dudosa distinción.
Es relevante destacar que la demanda de inversores por lingotes de oro físico ha experimentado un incremento sustancial en el transcurso de este siglo, particularmente desde la crisis financiera de 2008 y la actual crisis económica y de distribución de productos. Este aumento encuentra su explicación, en parte, en la creciente capacidad de Internet para comunicar los factores fundamentales que respaldan la inversión en activos seguros, como los lingotes físicos de metales preciosos, tales como monedas y barras de oro.
Los lingotes de oro, considerados como un medio para preservar la riqueza, han adquirido una relevancia especial desde la crisis de 2008, en la que las personas han mostrado un mayor interés en salvaguardar el valor de sus recursos financieros. El oro se erige como un refugio seguro a largo plazo para aquellos que buscan proteger y conservar el valor de su patrimonio, independientemente del panorama económico prevaleciente. La inversión en oro debe ser principalmente concebida como un activo de bajo riesgo.
La naturaleza volátil de la economía del Reino Unido y la zona euro, especialmente a raíz del inicio del proceso del Brexit, sugiere que el oro podría mantener una fortaleza a largo plazo, con posibles incrementos en su precio a nivel mundial. Sin embargo, es fundamental subrayar que estas potenciales ganancias no deberían constituir la razón primordial para invertir en oro. Los lingotes deben considerarse como un medio de inversión seguro, no especulativo y a largo plazo. Ser propietario de oro proporciona un componente singular y valioso en la cartera de inversiones, permitiendo diversificar el riesgo inherente a otras inversiones, como acciones, bonos, propiedades y divisas, las cuales pueden presentar un rendimiento menos favorable.

Además, la posesión física de lingotes y monedas de oro concede a los inversores un control total sobre su patrimonio. En contraposición a confiar en terceros o entregar su capital a gestores de fondos o entidades bancarias, mantener el oro de forma segura en casa o en instalaciones de almacenamiento brinda un auténtico control, propiedad y responsabilidad en relación con su futuro financiero, sin depender de intermediarios.
Este nivel de control solo se alcanza a través de la posesión de oro físico, no mediante activos de oro en papel o electrónicos, como los ETF. Además, este control se extiende a la flexibilidad para determinar cuándo, dónde y cómo liberar el valor de parte o de la totalidad de la inversión en oro. Un amplio número de comerciantes de lingotes están dispuestos a adquirir oro de manera inmediata, permitiendo a los inversores valorar sus activos en cuestión de minutos y obtener transferencias bancarias o pagos en efectivo el mismo día. La liquidez y recuperación de la inversión se simplifican considerablemente.

En resumen, existen múltiples razones que respaldan la inversión en lingotes de oro:
1. Es un activo físico, atemporal, que no puede ser devaluado por decisiones gubernamentales como la impresión excesiva de dinero.
2. En la actualidad, las tasas de interés ofrecidas por las entidades bancarias son inferiores al índice de inflación, lo que implica que depositar dinero en estos lugares puede resultar en una pérdida de poder adquisitivo.
3. El oro sirve como un refugio seguro frente a crisis económicas, especulaciones financieras, devaluaciones de divisas, políticas gubernamentales adversas y decisiones bancarias cuestionables.
4. Las monedas y lingotes de oro son ampliamente aceptados en todo el mundo, lo que garantiza su liquidez en caso de necesidad.
5. Es fácil de almacenar debido a su tamaño compacto en relación con su valor.
6. Como un bien de valor escaso, tiende a aumentar de valor con el tiempo debido a la creciente demanda y a la limitada producción.
En última instancia, la inversión en lingotes de oro se presenta como una estrategia prudente para preservar la riqueza y diversificar el riesgo en un entorno económico incierto. Artículo Original en LinkedIn
